En el verano de 2018, instalamos más de 3.000 farolas solares en varios pueblos de Ekuria, Bangladesh. A fines de agosto de 2023, al volver a visitarnos, nos encantó observar que la mayoría de estas luces permanecían brillantemente iluminadas.
La iluminación es crucial para la seguridad, particularmente en el camino a pozos y baños. Con el atardecer, la oscuridad representa un riesgo significativo, especialmente para las mujeres y los niños. La infraestructura eléctrica del área es casi inexistente. Algunas familias, en raras ocasiones, poseen sistemas fotovoltaicos y comparten su energía con los vecinos, iluminando dos o tres casas todas las noches. La instalación de estas luces ahora permite a los aldeanos participar de manera segura en las actividades nocturnas, mejorando su calidad de vida.
A lo largo de cinco años, con diez horas de funcionamiento diario, estas luces han ahorrado 328.500 kilovatios hora de electricidad. Si bien se desconocen los costos de electricidad locales específicos, se anticipa que las autoridades reconocerán y valorarán ahorros de energía tan sustanciales.
Estas luces han proporcionado constantemente iluminación esencial a los aldeanos a lo largo de los años.